Plaza de l’Església
De estilo neoclásico, la iglesia parroquial de Sant Vicenç se empezó a construir en 1755, porque la antigua iglesia de Sant Vicenç, situada en la Vila Vella, se había quedado pequeña para albergar a los feligreses. Además, en el s. XVI la población de Tossa se había expandido fuera del recinto amurallado y su lejanía resultaba incómoda.
A pesar de ser un edificio sencillo, destaca el volumen de su nave central. Fue decorada originalmente con retablos e imágenes de estilo barroco popular, muchos de ellos procedentes del taller local de Cas Fuster, pero se quemaron todos durante la Guerra Civil, a excepción del altar de la Purísima, que se salvó.